Durante todo el mes de octubre, la Organización Comunitaria de Rehabilitación Casa Club, ubicada en el sector de Playa Ancha, en Valparaíso, llevó a cabo un programa de actividades con el propósito de comenzar a articular a la comunidad del barrio y a diferentes organizaciones sociales afines, en torno a la salud mental desde una perspectiva comunitaria. Para ello se realizaron dos conversatorios abiertos, uno de ellos en el contexto de una feria libre, y además, variados talleres gratuitos. Estas actividades se enmarcaron en la conmemoración del 10 de octubre, Día Internacional de la Salud Mental; en dicho contexto Casa Club buscó extender el sentido de esta fecha durante todo el mes, haciendo de octubre el Mes de la Salud Mental.

El programa de actividades incluyó la realización de dos Conversatorios Abiertos, bajo el título “Hablemos sobre nuestra salud mental en Playa Ancha”, los que convocaron tanto a vecinas y vecinos del sector como a trabajadores/as y usuarios/as de organizaciones vinculadas al ámbito de la salud mental. Estos conversatorios se realizaron los días sábado 17 y 24 de octubre, de 16.00 a 18.00 hrs., y tuvieron por propósito crear un espacio de conversación en torno a la temática de la salud mental de manera participativa y situada, desde las experiencias personales y colectivas de los propios asistentes.

Durante la jornada del segundo conversatorio se realizó una Feria Libre, espacio en donde la comunidad pudo compartir artesanías, pastelería, libros, revistas, artículos usados, entre otros; todo esto en un contexto artístico protagonizado por la danza y la música en vivo. Tanto la feria libre como el segundo conversatorio se realizaron en la Plaza de La Libertad, ubicada en la esquina de las calles República y Municipio; esto con el objetivo de incentivar el uso colectivo y organizado de los espacios públicos. Así también, a lo largo de todo el mes, se realizaron diferentes talleres gratuitos, espacios terapéuticos desde una mirada alternativa de la salud mental. Sesiones semanales de yoga, danzaterapia, biodanza, y telar decorativo se dieron cita en Playa Ancha, participando vecinas y vecinos de los alrededores.

Los conversatorios dejaron en claro tanto el estado actual de la salud mental en Chile como la necesidad de cuestionar y ampliar el enfoque al respecto. El encuentro entre las y los participantes puso en evidencia las diferentes problemáticas de salud mental que experimentamos. En el caso de las y los usuarios de los servicios se salud mental, quienes cargan con el estigma de poseer un diagnóstico de discapacidad mental o psíquica, sufren día a día la discriminación social y la precariedad económica; en relación a esto último las pensiones de alrededor de ochenta mil pesos que ganan no alcanzan para llevar una vida digna, sumando a esto los innumerables obstáculos que encuentran a la hora de buscar empleo. Así también, los tratamientos médicos fueron cuestionados, siendo criticado el énfasis en lo individual, en lo psiquiátrico, en el consumo de fármacos, y en la hospitalización, como tradicionales vías de recuperación.

Las experiencias en torno a la salud mental de usuarios y usuarias también hicieron eco en quienes asistieron como trabajadores del área y como pobladores de Playa Ancha. Esto debido a que la precariedad laboral, salarial y de las pensiones, constituyen factores relevantes a la hora de explicar que Chile sea el país con la mayor tasa de depresión a nivel mundial. En el caso de los trabajadores del área de la salud mental, la subcontratación, la prestación de servicios mediante pago de honorarios, y los salarios muy por debajo de los mínimos que cada profesión establece, son aspectos que se combinan con la fuerte carga negativa existente en los servicios de salud en general. Si a esto se suma el hecho de que aún experimentamos el trauma colectivo de una brutal dictadura que se extendió por 17 años, el resultado es claro: una sociedad mentalmente enferma.

Este oscuro diagnóstico contrasta con las miradas o visiones sobre la salud mental que las y los participantes proponen como modos de transformar nuestras condiciones de vida. Uno de los aspectos principales dice relación con la necesidad de construir e implementar un enfoque holístico o integral de la salud en general, que cuestione el saber experto e incluya diferentes formas de comprender la enfermedad como de implementar procesos terapéuticos. Destacan en este sentido aspectos como la confianza, la contención, la espiritualidad, el equilibrio y el bienestar, entre otros. Así también, se enfatiza la importancia del contexto social y de las relaciones humanas; se otorga un lugar central al encuentro y la ayuda de otros: “soledad es igual a enfermedad” es una de las consignas que emergieron. De igual manera, en la búsqueda de un nuevo enfoque de salud mental, se hace clara la relevancia de una perspectiva ética o valórica, que permita respetar al otro y vivir en libertad. Por último, queda en claro que resulta fundamental el papel de las comunidades y territorios, y comprender el bienestar desde un punto de vista colectivo, en donde la pertenencia social posibilita la construcción de una identidad y un proyecto de vida.

Casa Club es una Organización Comunitaria Funcional sin fines de lucro, ubicada en calle República 498, Playa Ancha, Valparaíso. Surge como una organización dedicada a ofrecer programas de rehabilitación para personas diagnosticadas con trastornos psiquiátricos severos. Se financia con fondos del Ministerio de Salud, licitados por el Hospital Psiquiátrico del Salvador. Su dirección está a cargo de una Asamblea de Socios, instancia abierta a la comunidad mediante convocatorias periódicas. Sus acciones apuntan a la construcción de una salud mental desde un punto de vista comunitario y territorial, afán que comienza a materializarse mediante acciones como estas.